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Dos tipos de sondeos políticos: preelectorales y sondeos de intención de voto

Presentamos comparativamente dos diferentes tipos de sondeos mediante encuestas políticas, sin dejar de señalar que en ocasiones pueden estar juntas: el típico sondeo preelectoral y el sondeo de intención de voto.
Cuando la modalidad de consulta de la investigación es del tipo preelectoral por lo general se evalúan tendencias, opiniones y actitudes relacionadas con la evaluación tanto de acciones políticas y de gobierno como con ciertas personas que se postulan como candidatos a ocupar cargos públicos de representantes políticos de los electores en las próximas elecciones
En el primer caso, el sondeo preelectoral, a través de un cuestionario generalmente con preguntas semiabiertas o cerradas, puede evaluar políticas públicas, o el posible impacto en el gran público de una reforma o acción puntual.
En el segundo, un sondeo preelectoral busca saber hasta donde son conocidas ciertas personalidades y candidatos.

En cambio, al sondear bajo la modalidad de intención de voto se busca saber si la gente votaría, no votaría o aún no sabe, a algún candidato en particular.
Es característico del sondeo preelectoral buscar conocer como la gente asocia a un candidato ciertas características, como ser honesto, experimentado, tenaz, o tantas otras.
Desde el punto de vista del marketing político, el sondeo es una herramienta que ayuda a evitar errores y a adaptar las acciones y dichos del candidato a lo que la mayoría del público piensa.
El resultado de sondear una muestra polietápica representativa dentro del universo de los electores en las elecciones donde participará el candidato llevará a aquellos de sus asesores que han encargado la realización del sondeo a reforzar sus características públicas ajustando su discurso y su comportamiento en la campaña a los deseos del electorado.
En ocasiones la encuesta o sondeo de intención de voto se combina con una simulación de voto, en la que se entrega a los respondentes un sobre y varias papeletas de candidatos.

Las encuestas de audiencia en los medios de comuncación

Una conocida variante de las encuestas de opinión la constituyen las denominadas encuestas de audiencia empleadas en los medios de comunicación para medir el rating y tomar decisiones de marketing.
Como ya señalamos respecto del método general de la encuesta, los procedimientos que se aplican a la medición de las opiniones de los ciudadanos son los mismos que se emplean en áreas como el marketing y la investigación de mercado, cuando se desea hacer un sondeo cuantitativo.
La encuesta de medición de audiencia es una variante de la encuesta aplicada al marketing, y como esta tiene un papel sensible en detectar información para la toma de decisiones.
Entendida así, es una encuesta de clientela orientada a un producto, tal como la encuesta orientada a un auto, para la que se desea encuestar a los propietarios o usuarios frecuentes.
En el caso de los sondeos mediáticos de audiencia, se trata de un producto distinto, que puede ser una novela de televisión, un canal de TV o incluso ciertos periodistas, actores o personajes de las tiras televisivas.
Análogamente ocurre con las encuestas orientadas hacia otros medios audiovisuales como el cine o la misma radio.
En todos los casos los cuestionarios de una buena encuesta han de poder registrar tanto opiniones como información objetiva, no sólo para determinar o clasificar a los consumidores o usuarios sino para poder establecer comparaciones.
Si un cierto programa es poco visto en cierto sector social, será de utilidad encontrar las opiniones que expresen las razones, explícitas o implícitas del poco interés.
También puede influir la presencia de internet en el hogar, las horas de trabajo, etcétera. A ello nos referimos con los elementos objetivos que se deben indagar.
Por lo general, las encuestas de medición de audiencia se realizan en distintos niveles: soportes, a nivel emplazamiento y a nivel global.
A nivel de soportes se realizan las encuestas de la prensa escrita; las correspondientes a la radio y la televisión son encuestas a nivel de emplazamientos, pues se estudia con detalle los horarios y cadenas particulares.
Finalmente, las encuestas de audiencia de cine y de cartelería pública se realizan a nivel global, siendo por lo general innecesaria una discriminación mayor.

Encuestas de Clima Organizacional: concepto

Las encuestas de Clima Organizacional -y sus asociadas, las encuesta de Clima Laboral e Institucional- son una modalidad de investigación con fines prácticos o tecnológico respecto de lo que se conoce como el mundo del trabajo y de las organizaciones o asociaciones de cierta magnitud.

Las encuestas, cabe recordarlo, no sólo recaban las opiniones públicas o las opiniones sobre otros temas, sino también las actitudes, que se miden a partir de ciertas preguntas expresadas en las denominadas escalas para la medición o registro de las actitudes de las personas.

En este marco, las encuestas de clima organizacional deben considerarse una parte de un estudio organizacional, ya sea en una empresa, insititución u organismo del propio estado.

Ello significa que no siempre la tarea consista en hacer una encuesta o en distribuir un cuestionario; el estudio de clima organizacional puede consistir en realizar focus gropus (o grupos focales, o grupos de enfoque, según la terminología empleada) o alguna otra técnica cualitativa como entrevistas personalizadas como complemento de la encuesta.

Más adelante señalaremos características más específicas de las encuestas institucionales de clima, pero adelantamos que se basan en diferentes paradigmas o marcos teóricos acerca del funcionamiento de las organizaciones, los criterios a evaluar tienen que ver con el rendimiento, la eficacia, la productividad, y uno de sus objetivos más importantes son mejorar la comunicación o los aspectos comunicacionales de la organización o empresa.

Ello se deberá realizar luego de detectar falencias, debilidades, vacíos, y de formular, luego del diagnóstico, un plan para realizar los cambios necesarios para mejorar el clima y el funcionamiento organizacional.

Las encuestas óminbus de opinón

Las encuestas llamadas ómnibus son un tipo de encuesta que las consultoras de opinión pública o institutos de investigación social realizan de manera periódica acerca de diversos temas, generalmente políticos.
En este sentido, las encuestas ómnibus son un tipo de encuesta de opinión pública en el sentido de público como lo perteneciente a todos o propio del interés común.
Estas encuestas tienen por finalidad indagar en diversas áreas, por ejemplo, gobierno, economía, evaluación de autoridades, vida cotidiana, expectativas económicas, salud, etc.
Realizadas de modo responsable y con continuidad, a pesar de que tienen un alto costo, las encuestas ómnibus son un poderoso instrumento par medir la opinión pública y seguir o monitorear tendencias de opinión.
De hecho, importantes sectores y actores sociales se valen de ellas en las democracias actuales para tomar decisiones importantes.
En ocasiones, sin embargo, los resultados de las encuestas tipo ómnibus son de uso privado, o sea, no se hacen públicos y se distribuyen a quienes pagan por ellas o por algunas de sus partes.
Estos, como dijimos, son los propios gobiernos o partes de ellos, que crean de este modo una relación no del todo transparente con las consultoras, a las que terminan financiando en gran medida.

Sondeos personales, cómo realizarlos

Para hacer sondeos de opinión personales, como para cualquier forma de sondeo que tiene la ventaja de emplear encuestadores, es importante brindar una adecuada instrucción a estos últimos.

El encuestador debe tener instrucciones previas y por escrito para resolver durante el trabajo de campo cualquier dificultad que se presente al sondear.

Principalmente, los sondeos personales requieren mapas, registro de recorridos (también llamados rastreos o timbreos, cuando corresponde), una credencial identificatoria donde conste su nombre y la empresa o institución que realiza el sondeo y material para mostrar durante la realización del sondeo.

Una buena encuesta personal es la que se realiza con una buena presentación inicial. Paul Lazarsfeld, criticando los sondeos en Estados Unidos de posguerra, decía que el 70% de una buena encuesta es la presentación y ganarse la confianza del encuestado, y así su colaboración.

Para el éxito del sondeo también es relevante para obtener datos que servirán para segmentar la población por nivel socioeconómico, y, principalmente para garantizar que los datos sean de calidad.

Ello permitirá generalizar los datos de la muestra a la población o universo que se ha decidido someter al sondeo de opinión.

Sondeos de opinión por mail o correo electrónico

Los sondeos de opinión pública realizados por mail, que también son un tipo de sondeo autoadministrado (sin encuestador) son más confiables que las que realizan los sitios web.

Un buen sondeo de opinión por mail es la que parte de una lista completa de las personas a encuestar, o de las direcciones electrónicas de contacto de empresas, etc. que forman parte de la población o universo a sondear.

Adicionalmente, se tratará de realizar un buen abordaje a los futuros encuestados a fin de garantizar su colaboración con auténticas opiniones.

Una de las grandes ventajas de los sondeos que se envían por mail es, además de su bajo costo, como hemos señalado ya varias veces, es que permite llegar de manera inmediata a un población o grupo de personas bajo estudio aún cuando están muy dispersas geográficamente.

Un estudio comparativo de Lee Sproul de 1986 entre los sondeos de opinión enviadas por correo tradicional, en papel, y por correo electrónico o e-mail, corroboró que estos últimos son respondidos en la mitad de tiempo que aquellos.

En cuanto a costos y tiempos de respuesta, los sondeos de este tipo suelen contar con ventajas.

Los sondeos telefónicos

Los sondeos de opinión telefónicos.

Hacer un sondeo de opinión pública por teléfono, como señalamos en posts anteriores, es un método usualmente empleado para la indagación de la opinión pública y en otro tipo de investigaciones, como en política y en investigación de mercado.

El método del sondeo telefónica es el típico método urbano para indagar opiniones mediante una muestra elegida según criterios relevantes a la investigación.

El sondeo de este tipo suele ser adecuado en las grandes urbes, y muy utilizado, supone una amplia presencia del servicio telefónico entre el universo o población de la muestra.

Para sondear o encuestar por teléfono se necesita un software especial, principalmente se utiliza el sistema CATI (Computer Assisted Telephone Interviewing) mediante el cual se marcan rápidamente números al azar (para garantizar cierta representatividad de las respuestas obtenidas, o al menos minimizar la presencia de sesgos) y que presenta la gran ventaja, una enorme ventaja metodológica de presentar los datos para su rápido procesamiento apenas concluido el relevamiento (el trabajo de campo).

El sucedáneo de este futuro desempleado es el sistema IVR (Interactive Voice Responder). El IVR es un sistema informático de recogida de datos de encuesta que puede grabar y reproducir diversos archivos de audio y reconocer respuestas a través de los tonos telefónicos.

Una desventaja de los sondeos telefónicos es que tampoco se puede acordar otra ocasión, por lo que los llamados recurrentes provocan cierta molestia –comprensible- en algunas personas.

En general, como ya hemos señalado, se acepta que los sondeos telefónicos son más económicas y más rápidas de realizar, procesar y analizar.

Entre las desventajas principales que tiene sondear de este modo, se encuentra que siempre hay un sector de la población no encuestable (claro, si nos interesa encuestar personas de cierto nivel adquisitivo, este problema es ínfimo; todo depende del tipo de investigación, o sea de la población bajo estudio), que siempre hay sectores pobres que quedan excluidos, que el cuestionario no puede ser largo, que no se puede mostrar nada, etc.

Añadamos que cada vez más se utiliza para los sondeos de opinión, sea en política -preelectorales o no- o en investigación de mercado el software automatizado que pregunta sin un encuestador humano.

Características de los sondeos personales de opinión

Los sondeos personales de opinión: características principales

Al ser un tipo de encuesta cara a cara, con el sondeo personal individual siempre se puede obtener información adicional relevante para el estudio de que se trate, por ejemplo sobre el grado de colaboración del encuestado –correlacionado con la veracidad de sus respuestas- y además se puede aclarar cualquier duda que no influya en las respuestas.


En los sondeos de investigación de mercado, siempre se puede mostrar un producto para evaluar su recordación, para que sea evaluado, etc.

Las encuestas personales son las que permiten el uso de cuestionarios más largos, pues siempre que se cuente con un encuestador profesional se podrá ganar la cooperación por más tiempo que por teléfono.

La encuesta personal o cara a cara es probablemente la mejor encuesta de opinión, pues es la que mejor permite respetar la aleatoriedad de la muestra que se selecciona.

En este tipo de sondeo se le pide al encuestador que introduzca elementos de azar en la selección, por ejemplo realizando un sorteo entre los componentes de un hogar para elegir el respondente, etc. También cuando se emplea alguna cuota (tantos varones, tantas mujeres, tantos jóvenes, tantos adultos, etc.), garantizando de este modo la mayor aleatoriedad posible.

La principal desventaja de estos sondeos de opinión pública cara a cara es su alto costo. En el caso de encuestas preelectorales y encuestas relacionadas con campañas políticas, es conveniente hacer el esfuerzo económico para ganar confiabilidad en los resultados.

Los sondeos personales que no son probabilísticas pueden realizarse tomando los recaudos ya señalados. El muestreo coincidental (en la calle, tomando a los que se van presentando casualmente allí) sólo resulta útil en casos exepcionales, por ejemplo para indagar la opinión de sectores que no tienen teléfono o de difícil acceso, como ciertos jóvenes, etc.

Estas formas de sondeo tienen una alta tasa de respuesta y su empleo está científicamente poco fundad, a pesar de que se emplea con relativa frecuencia.

Los sesgos son más que evidente, pues la muestra se conforma con quienes aciertan a pasar por allí, y a responder.

Por otra parte, hay que saber que dónde se realice el sondeo influye sobre la cantidad y calidad de las respuestas.

Que es la encuesta panel

La encuesta panel o de panel es un tipo de investigación social de carácter longitudinal. Los estudios longitudinales son aquellos en los que se investiga (en nuestro caso mediante encuestas) a un grupo de personas, las mismas, a lo largo del tiempo.
Las encuestas de opinión de tipo panel y en general todo tipo de encuesta longitudinal son aquellas encuestas en las que se realiza un seguimiento sobre una misma muestra a lo largo del tiempo. Las mediciones deberán ser sucesivas y preferentemente a intervalos regulares.
El objetivo de las encuestas de tipo panel es conocer las variaciones en los individuos investigados en diferentes aspectos: laborales, hábitos de vida, educación, ingreso, etc.
Sus usos son diversos, aunque en lugares como Argentina casi no se usan, a pesar de su riqueza investigativa que va más allá de una mera encuesta completa.

Las encuestas panel se emplean en algunos casos para estudios educativos, o de estilos de vida, en investigacion de mercado para seguir las variaciones de ciertos segmentos de consumidores y en algún caso en opinión pública.
La unidad de análisis puede ser tanto individuos como, por ejemplo, hogares.
La desventaja de la encuesta panel y los estudios longitudinales es que requieren que el proyecto de investigación perdure a lo largo de, al menos, unos años y su considerable costo económico.

Los tipos de encuestas políticas

Cuando las encuestas de opinión son estrictamente de opinión pública, o cuando investigan acerca de cuestiones electorales y de gobierno, reciben por lo general el nombre de encuestas políticas.
A continuación presentaremos las principales especies de encuestas de carácter político y más adelante analizaremos cada una en particular.

  • Encuestas de evaluación o monitoreo de gestión. Estas encuestas, que por lo general son encargadas por las propias agencias de gobierno, son estudios recurrentes, repetidos periodicamente que se dirigen a obtener información objetiva sobre la percepción que la opinión pública tiene del gobierno, de ciertas acciones de gobierno, etc. Estos estudios se repiten, formulando las mismas preguntas en muchos casos para monitorear las variaciones en las opiniones.
  • Estudios de imagen de personalidades de gobierno. Relacionadas con las anteriores, estas encuestas políticas preguntan específicamente por funcionarios, dirigentes políticos y autoridades públicas. Evalúan si la percepción pública es positiva o negativa, cuales son las caracterísiticas que la gente atribuye a una cierta persona, si considera que es mejor que el gobernante anterior, etc.

Pero en etapas preelectorales, hay un grupo de estudios de las opiniones públicas que se conocen como las encuestas preelectorales. Las encuestas preelectorales pueden ser de imagen de candidados, de intención de voto y encuestas a boca de urna.

  • Imagen de candidatos. Se evalúa una lista de varios aspirantes a cargos públicos: si la gente los conoce o no, hasta dónde lo conocen, qué saben de él, cuales son las características que perciben en él (honestidad, firmeza, experiencia, formación, etc.). Además se puede pedir una calificación de las caracterísiticas para poder comparar posteriormente. En general se pueden resumir estas informaciones en términos de imagen u opinión positiva o negativa sobre alguien. Una manera de preguntar esto directamente es diciendo: "sobre el señor x ¿usted tiene una opinión positiva negativa o neutra?".
  • Intención de voto: son estudios rigurosos previos a las elecciones en los que se hace el mayor esfuerzo por obtener información objetiva sobre a quienes piensan votar las personas, si están convencidos o pueden cambiar de opinión, si están seguros de concurrir a votar. Estos estudios son muy complejos y se les puede preguntar a los indecisos cosas como que opinan de tales o cuales cuestiones sensibles (como posturas ideológicas), a quien votaron anteriormente, con fines de realizar proyecciones y pronosticar tendencias sobre este grupo. Suelen ser costosas económicamente, pero bien realizadas son una herramienta fundamental y privilegiada para cualquier candidado.
  • Encuestas a boca de urna: son aquellas que se realizan el mismo día de las votaciones en las afueras de los lugares de sufragio. Un encuestador le pregunta a la persona por quién votó y lo registra en una computadora conectada a una central. En algunos lugares están prohibidas las encuestas a boca de urna, en otros está prohibida su difusión antes del fin del recuento de los votos, pero está claro que su difusión (con datos reales o no) antes del fin de la votación puede influir en el resultado.

IMPORTANTE: el resultado de una encuesta preelectoral no es una predicción ni un pronóstico, es una descripción acerca del presente, de cómo votaría la gente si las elecciones fuesen hoy, basada en los dichos de la propia gente. Sólo si se supone que no habrá cambios importantes que influyan significativamente en los aspectos tomados en cuenta por los ciudadanos a la hora de votar se puede esperar que la encuesta coicida con el desempeño electoral futuro.

La encuesta autoadministrada en grupo

LA ENCUESTA AUTOADMINISTRADA GRUPAL
  1. Existe una modalidad, poco frecuente y no muy recomendable, de encuesta autoadministrada: la encuesta autoadministrada en grupo o grupal.
  2. En este tipo de encuesta se reune a un grupo con cierta característica buscada y se le entrega a cada uno de sus miembros un cuestionario para que sea completado por ellos mismos, preferentemente en el momento.
  3. Las ventajas que ofrece esta modalidad -acotada- de encuesta, es que es posible dar un instructivo grupal, en el que se expliquen adecuadamente los objetivos del estudio, la importancia de la colaboración de los entrevistados para el mismo, e incluso aclarar dudas preliminares.
  4. Otra ventaja es que de este modo se obtienen altas tasas de cooperación.
  5. Finalmente, otra potencial ventaja de la encuesta autoadministrada grupal es que tiene realmente un bajo costo económico.
  6. Sin embargo, presenta algunas dificultades o inconvenientes que debe ser tenidos muy en cuenta:
  7. Primero: casi no es posible obtener muestras representativas cuando la encuesta es autoadministrada a un grupo.
  8. Y finalmente: no a todos los grupos es conveniente realizarles una encuesta grupal, muchas veces se obtienen mejores respuestas procurando que los cuestionarios sean completados en situaciones individuales elegidas por el propio encuestado. Ello, también, influirá en la calidad de las respuestas favorablemente. Muchas veces la voluntad de colaborar se desliza imperceptiblemente hacia una voluntad de responder lo que se cree que se espera de uno, y las situaciones sociales grupales favorecen en ocasiones ese clima.

Desventajas de las encuestas autoadministradas

PRINCIPALES DESVENTAJAS DE LAS ENCUESTAS AUTOADMINISTRADAS

  1. Cuando la encuesta es autoadministrada el diseño del cuestionario es mucho más dificil y complejo, y requiere mayores testeos, que cuando la encuesta es telefónica o personal.
  2. Por lo general, las preguntas abiertas del cuestionario no son de mucha utilidad, debiéndose preferir las encuestas cerrradas o, en todo caso, semicerradas. Pues en las preguntas abiertas autoadministradas existe estadísticamente una alta tasa de respuestas que no responden al aspecto o dimensión consultado.
  3. Las encuestas autoadministradas requieren que los encuestados lean, escriban y comprendan adecuadamente lo que se les envía por correo o por e-mail. En ocasiones muchas personas, aún instruidas, no estan en absoluto familiarizadas con ciertos temas, o incluso tienen ideas muy equivocadas, lo que, si no es tenido en cuenta, puede llevar a sesgos importantes en los resultados de la muestra. Por ejemplo, por muy familiares que nos parezcan temas como la televisión o el fútbol o el rock, si la encuesta, o una parte significativa de ella, se dirige a profesores de filosofía o a obreros rurales, puede -y de hecho la experiencia demuestra largamente que es así- que los encuestados no decodifiquen los temas de la misma manera que nosotros, y responderán otra cosa, algo diferente de lo preguntado.
  4. En relación con ello, una de las principales desventajas o inconvenientes de las encuestas autoadministradas es que no cuentan con un encuestador o entrevistador que se asegure de que las preguntas se han comprendido adecuadamente, a fin de garantizar al calidad de los datos obtenidos.


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VENTAJAS DE LAS ENCUESTAS AUTOADMINISTRADAS

PRINCIPALES VENTAJAS DE LAS ENCUESTAS AUTOADMINISTRADAS

  1. Las encuestas autoadministradas, enviadas por correo o por e-mail, permiten la realización de preguntas que requieren presentaciones visuales, lo que no ocurre con las encuestas telefónicas, aunque sí naturalmente con las personales.
  2. En las encuestas autoadministradas se pueden realizar preguntas largas y con categorías de respuesta compleja, siempre que sean claras y se les den a los encuestados las instrucciones pertinentes, y el tiempo necesario para responder la encuesta.
  3. Permiten la realización de baterías de preguntas.
  4. Cuando la encuesta se la administra o aplica el propio entrevistado sus respuestas suelen, al menos en ciertos temas, ser más auténticas, al no deber compartirlas con ningún encuestador o entrevistador. Dependiendo del tema bajo investigación, esta puede ser una ventaja a considerar seriamente.


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Ventajas y desventajas de las encuestas personales

La encuesta personal tiene algunas grandes ventajas con respecto a la telefónica y a las encuestas autoadministradas que en seguida señalaremos, pero también presentan algunos importantes inconvenientes.
Por ello es necesario tomar en consideración puntualmente y en cada caso el tipo de investigación que se está realizando, junto con los factores relevantes que mencionaremos a fin de tomar una decisión, que es en definitiva lo que debermos hacer previendo las consecuencias de la misma.
Las encuestas personales son muy buenas y dan muy buenos resultados cuando se desea resguardar al máximo la aleatoriedad de la muestra.
Los muestreos polietápicos de carácter probabilístico suelen tener como última etapa la selección por parte de un encuestador de la persona que se constituirá finalmente en el encuestado.
Cuando ello se realiza debidamente, es una excelente manera de evitar sesgos en la muestra, o sea resultados que no expresan lo que realmente ocurre en la población de la que fue tomada la muestra.
Por otra parte, el carácter personal de la encuesta social o de opinión es insustituible a la hora de garantizar la mayor cooperación de las personas entrevistadas.
El contacto visual, cara a cara, la posibilidad de generar confianza, de presentar credenciales, etc. son un excelente modo de garantizar buenas respuestas de los encuestados, y ello en una encuesta que presente cierta dificultad inherente, como ciertas personas reticentes o desconfiadas, puede ser lo determinante a la hora de decidir qué tipo de encuesta se realizarák, si no se quiere tener resultados equivocados. Piénsese al respecto cuando se realizan encuestas preelectorales o de intención de voto.
Además, el encuestador bien entrenado, profesional, podrá aclarar dudas al encuestado, tomar notas adicionales, por ejemplo, del grado de confianza que entiende que se les puede dar a las respuestas obtenidas, comentarios sobre la situación, etc.
La posibilidad de observar directamente, además, permite el registro de ciertos datos de forma inequívoca, como algunos indicadores que servirán para determinar el nivel socioeconómico del entrevistado, por ejemplo.
Finalmente, cuando una entrevista es personal, existen mayores posibilidades de realizar correctamente encuestas muy extensas, incluso pudiendo el encuestador regresar en otra ocasión pactada con el entrevistado a terminar de realizar la encuesta.
Pero las encuestas personales presentan la importante dificultad de que son bastante más caras que las de las otras formas mencionadas: las encuestas telefónicas y las encuestas autoadministradas, por mail o por correo.

De hecho, estas últimas formas han sido siempre utilizadas por su menor costo, aún a riesgo de obtener resultados erróneos, como hemos visto.
Otra peculiaridad de las encuestas de opinión personalizadas es que requieren de una estructura de personal calificado mayor que las que se necesitan en las otras modalidades.
Es necesario contar con coordinadoes de los encuestadores, pero sobre todo con un equipo de encuestadores profesionales, muy entrenados.
En Argentina pocas son las empresas que cuentan con equipos de encuestadores profesionales, siendo común que empleen termporariamente estudiantes, que realizan esos trabajos por un tiempo y luego ya no.
Los encuestadores deben estar debidamente entrenados, ser confiables, estar comprometidos con la tarea, entender el significado de lo que realizan como parte de un proyecto de investigación, estar bien pagos, etc. y para tenerlos se requiere más dinero, mucho más, de lo que se necesita para hacer una encuesta telefónica. Finalmente, las encuestas personales podrán no ser adecuadas cuando la muestra presenta gran dispersión geográfica o está constituida por ciertos segmentos que, por sus propias características, no pueden ser localizados fácilmente de modo personal, como puede ser el caso de empresarios, personas que viajan, etc.
En esos casos la alternativa es la encuesta autoadministrada, llevada a cabo con un adecuado seguimiento.

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La elección del tipo de encuesta según características de la población a relevar

La elección del tipo de encuesta de opinión que se utilizará de los tres tipos generales que se han indicado (encuestas autoadministradas, encuestas personales, encuestas telefónicas) dependerá de varios factores.
De entre ellos hoy consideraremos algunas características relevantes del universo o población.
Recordemos que población o universo es la totalidad de individuos (personas o no, recordemos) que componen el conjuto sobre el que se aplicará una encuesta por muestreo.
Algunos factores son determinantes o influyentes de manera significativa en dicha elección.
Por ejemplo, si se cuenta o no con un listado completo y con información relevante (como las direcciones de las personas a encuestar o sus teléfonos, por ejemplo) de la población que es objeto de estudio.
Está claro que si la respuesta es negativa a ambas cuestiones las cosas se complican para, por ejemplo, prescindir de la encuesta personal.
Una muestra realizada sobre un listado incompleto (o en el cual se ha decidido excluir a certas personas por una u otra razón) pierde inexorablente toda representatividad.
También es importante conocer aspectos como el nivel de alfabetización de las personas (supondremos que estamos hablando de encuestas sociales), pues si hay un porcentaje significativo de personas poco o nada escolarizadas se hace dificil emplear la encuesta autoadministrada, pues aún cuando puedan finalmente completarlas puede que no lo hagan del mismo modo que quienes no encontraron dificultades.
También es importante que se sepa la manera como decodifican los mensajes o las preguntas del cuestionario las personas; en ciertos sectores socioculturales las expresiones pueden tener un significado primario claramente diferente, e incluso incompatible con el que es percibido en otro.
Un ejemplo muy claro, de experiencia personal, es que en mis épocas de encuestador una de las preguntas pretendía que el encuestado se identificara con algunas de las categorías de un espectro ideológico que iba de derecha a izquierda, en el que se le leían las categorías de respuesta luego de preguntarle si, ideológicamente, se consideraba una persona "de derecha, de centro derecha, de izquierda, de exterema izquierda".
Algo que solía ocurrir, en sectores no escolarizados y no familiarizados con nuestros discursos y símbolos ideológicos de nuestra clase media urbana es que algunas personas decían "de derecha, yo soy una persona derecha".
Eso me ocurrió muchas veces, en años de trabajar en encuestas. Un encuestador bien entrenado puede contribuir al control de estos aspectos, lo que se dificulta cuando no existe la entrevista cara a cara. Además, el entrevistador in situ adquiere cierto background o información contextual que le servirá para los informes que presente, complementando lo que pudiera haber manifestado el encuestado.
Un aspecto relacionado con el anterior es la evaluación del grado de cooperación y de sinceridad de la persona que responde, que siempre puede apreciarse y lograrse mejor estando presente. Estas son ventajas de la encuesta personal sobre los otros tipos de encuesta que nunca deben desdeñarse en un estudio serio, por ejemplo en una encuesta política o preelectoral.

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La encuesta telefónica, el tercer gran tipo de encuesta

La encuesta telefónica es el el último tipo de encuesta que analizaremos. En esta clase de encuesta, al igual que en la encuesta personal, se requiere la presencia activa y significativa a los fines de la investigación de encuestadores entrenados. Aquí también es el entrevistador quien cuenta con las debidas instrucciones y los cuestionarios, que debe encargarse de completar correctamente. El es además quien vuelve a tener el papel de generador del estímulo cuya respuesta son las manifestaciones verbales de quienes responden a través del teléfono. Esta modalidad de encuesta fue muy resistida durante mucho tiempo por el problema de la representatividad de la muestra y, por tanto, de la confiabilidad de los resultados. Ello, claro está, derivaba del simple hecho de que no toda la población tiene teléfono, por lo que siempre hay ciertos segmentos o sectores o niveles socioeconómicos que quedan subrepresentados. En otra ocasión hablaremos de los no encuestables, las personas que nunca serán encuestadas. Hoy en día, sin embargo, el tipo telefónico de encuesta está siendo mucho más utilizado que antes, a pesar de que no se ha resuelto copletamente el problema de la representatividad. Ello obedece a que cada vez son más los hogares y las personas que cuentan con teléfonto, por lo que si se raliza la encuesta con cuidado puede resultar de utilidad en ciertas investigaciones, e incluso como complemento de otras maneras de recabar datos. Existen ciertas investigaciones que combinan y complementan encuestas telefónicas con encuestas personales cara a cara, realizadas a las mismas personas, a fin de adaptar al menos una parte de la recolección de datos a la disponibilidad de los encuestados para tener mejores respuestas. Además de la ampliación de la cobertura telefónica existen actualmente procedimientos muestrales automatizados como la RDD (Random Digit Dialing) y cierto software de asistencia para encuestas telfónicas como el sistema CATI (Computer-Assited Telephone Interviewing). El empleo actual de estos recursos genera una gran eficacia en el empleo de la modalidad telefónica de encuestas que, en términos generales, resulta de gran aplicabilidad en virtud de la rapidez que se logra en la recolección de datos, siempre que se sea cuidadoso con el problema de la representatividad de la muestra.

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La encuesta autoadministrada, por mail, por correo y entregada en mano

La encuesta autoadministrada es la encuesta que lleva a cabo empleando cuestionarios autoadministrados. Se le dice autoadministrada a esta modalidad porque prescinde, en términos generales, de la necesidad de encuestadores. Dentro del tipo de encuesta autoadministrada existen agunos subtipos característicos: la encuesta por correo, la encuesta por mail y la encuesta entregada en mano. En todos los casos el respondente mismo es quien completa el cuestionario o formulario de encuesta de acuerdo con ciertas instrucciones, que deben ser sumamente claras. En los orígenes de la encuesta de opinión los diarios estadounidenses solían enviar por correo encuestas a sus suscriptores, aunque sin los adecuados recaudos metodológicos; hoy en día se aplica esta técnica de modo más elaborado y controlado.
Actualmente la encuesta autoadministrada se emplea, por lo general en virtud de su menor costo, siempre a una muestra representativa de la población. Es necesario, o preferible, que las personas que van a ser interesadas para que respondan cuenten con información previa sobre la existencia de la encuesta y, en lo posible, que cuenten con algún tipo de soporte por parte de la consultora o instituto que lleva a cabo el sondeo. En muchas ocasiones, como ocurre con las encuestas que se envían por correo electrónico, se envía la información sobre cómo completarla junto con algún medio para consultas o soporte, que puede ser online, telefónico o la consulta por mail.
Es fundamental que quien vaya a responder tenga indicaciones o un instructivo que le indique claramente cómo proceder al llenado del cuestionario, si puede elegir más de una alternativa o sólo una en las preguntas cerradas (respuestas múltiples), cómo interpretar ciertos ítemes o ciertas palabras presentes en las preguntas, los plazos y la forma de entrega, etc. Esto es muy importante, pues al no haber encuestadores suele ocurrir que ante las menores dificultades quienes responden lo hacen mal, fuera de los plazos establecido o entregan los formularios con gran parte de las preguntas sin completar. Ello trae, además del aumento de los costos monetarios de la encuesta, molestias para todos, pues en muchos casos se debe enviar nuevamente el cuestionario, habiendo muchos rechazos, lo que puede afectar significativamente la investigación.
Dada la ausencia total o casi total del contacto cara a cara (en ocasiones van personas a retirar el cuestionario), es imprescindible siempre que se empleen encuestas autoadministradas que se tenga sumo cuidado con la manera cómo se confeccionan las preguntas y con la manera como se presenta la encuesta, o sea, se debe pensar cómo la percibe y recibe quien nada conoce acerca de la metodología de encuestas y sólo debe llenarla con sus opiniones o información solicitada. Las preguntas deben ser lo más sencillas que se pueda, sin que se afecte la profundidad de lo que se quiere medir, y además deben poder completarse con facilidad. Existen ciertos tips o recaudos, prácticos y metodológicos que pueden mejorar el nivel de las respuestas de este tipo, sobre los que hablaremos más adelante, siguiendo nuestra experiencia y la bibliografía sobre el tema.


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Los tipos de encuesta: la encuesta personal

Existen, estrictamente hablando, varios tipos de encuestas de opinión y de registro de actitudes.
Pero si se analizan los diferentes tipos de encuestas según los procedimientos empleados para la recolección de datos podemos diferenciar tres grandes tipos de encuesta: la encuesta personal, la encuesta autoadministrada y la encuesta telefónica.
A partir de ahora, debemos aclararlo, estaremos hablando de aquellas encuestas que se aplican a personas, o sea de las encuestas que investigan las opiniones y las actitudes de las personas.
Analizaremos en este post la encuesta personal.

LA ENCUESTA PERSONAL

La encuesta personal es la más conocida de los tres tipos y hoy en día casi nadie que viva en centros urbanos no ha sido buscado para que responda alguna.
Es la típica encuesta cara a cara.
En este tipo de encuesta se requiere de un equipo de encuestadores adiestrados que, luego de recibir un instructivo referido a la naturaleza de la encuesta, la manera de administrar el cuestionario, algunos problemas con ciertas preguntas, cómo acceder a los encuestados, etc., deben ponerse en contacto con las personas elegidas para ser entrevistadas.
En ocasiones, cuando se trata de una encuesta por muestreo polietápico, la última etapa, que consiste en la selección de las personas que han de responder, la realiza el propio encuestador.
En otras ocasiones, sin embargo, ya se cuenta con la dirección y el nombre de la persona, como cuando se realiza una muestra sobre un padrón, por ejemplo de una sociedad profesional.
Es tarea del encuestador acercarse al entrevistado con un cuestionario estructurado o semiestructurado, o sea con todas las preguntas cerradas, o con preguntas abiertas y cerradas (analizaremos esto más adelante).
Una de las cuestiones metodológicas que no suele ser suficientemente valorada es que todas las preguntas deben ser formuladas estrictamente en el orden en que aparecen en el cuestionario, en el mismo tono y, sobre todo, sin agregar ni quitar NADA, ni una coma al texto del cuestionario de encuesta.
Ello garantiza la objetividad de los resultados a partir de la aplicación del mismo estímulo a todos los respondentes. Aclaremos, como siempre, que estas consideraciones se realizan sobre el supuesto de que el cuestionario es objetivo y está construido por profesionales, que las preguntas miden lo que pretenden medir, etc.
Algunos tipos de encuestas de opinión personales son la encuesta coincidental, la encuesta al azar o aleatoria (o la que incluye, como consignamos, como última etapa del muestreo un proceso de selección aleatorio) y la encuesta por cuotas.
La encuesta coincidental es un tipo de muestreo no probabilístico (más adelante lo analizaremos), o sea un muestreo en el cual no se conoce el error de estimación (más adelante lo explicaremos) o error resultante de la generalización de los datos de la muestra a la población. En la encuesta coincidental el encuestador toma personas al azar en algún transitado de la ciudad y las encuesta.
Es así de simple, como suelen hacer los periodistas y los malos encuestadores (y los operadores políticos, a qué negarlo), aunque en ciertas investigaciones se puede emplear responsablemente. En la encuesta al azar o aleatoria el encuestador tiene una tabla de números al azar que le indica de acuerdo al número de cuestionario que debe completar, por ejemplo, a qué miembro del hogar debe entrevistar, pudiendo en algunos casos reemplazarlo en caso de ausencia por un individuo del mismo sexo y similar nivel socieconómico y grupo etario.
Finalmente el muestreo por cuotas es aquel en el cual el entrevistador ya sale de la oficina del instituto o la consultora o agencia con una pauta sobre a cuántos varones entrevistar, a cuantas mujeres, de qué edades, por lo que ya sabe lo que busca y va tachando a medida que los va encuestando.
Como puede apreciarse, la encuesta aleatoria personal puede dar lugar al reemplazo del entevistado ausente o rechazante mediante una cuota.