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Las encuestas óminbus de opinón

Las encuestas llamadas ómnibus son un tipo de encuesta que las consultoras de opinión pública o institutos de investigación social realizan de manera periódica acerca de diversos temas, generalmente políticos.
En este sentido, las encuestas ómnibus son un tipo de encuesta de opinión pública en el sentido de público como lo perteneciente a todos o propio del interés común.
Estas encuestas tienen por finalidad indagar en diversas áreas, por ejemplo, gobierno, economía, evaluación de autoridades, vida cotidiana, expectativas económicas, salud, etc.
Realizadas de modo responsable y con continuidad, a pesar de que tienen un alto costo, las encuestas ómnibus son un poderoso instrumento par medir la opinión pública y seguir o monitorear tendencias de opinión.
De hecho, importantes sectores y actores sociales se valen de ellas en las democracias actuales para tomar decisiones importantes.
En ocasiones, sin embargo, los resultados de las encuestas tipo ómnibus son de uso privado, o sea, no se hacen públicos y se distribuyen a quienes pagan por ellas o por algunas de sus partes.
Estos, como dijimos, son los propios gobiernos o partes de ellos, que crean de este modo una relación no del todo transparente con las consultoras, a las que terminan financiando en gran medida.

Como identificar una mala encuesta de opinión

¿Cómo sabre cuando una encuesta es mala o de baja calidad?
Presentamos una lista de signos o indicadores de una mala encuesta de opinión, o de aspectos que hablan mal de la calidad de una encuesta.

1) No se dice qué consultora, instituto u organización realizó la encuesta o sondeo.
2) No se indica qué diseño muestral se empleó, nada dice sobre la manera de selección de los encuestados. Esto, como hemos señalado, es fundamental para la representatividad de los resultados de la encuesta.
3) El cuestionario presenta preguntas mal formuladas, por ejemplo, preguntando sobre conductas, más que sobre opiniones.
Las preguntas dan pocas alternativas de respuesta, no miden lo que pretenden medir o presentan sesgo evidente ("qué es lo mejor que ha hecho el gobernante X, la acción a, la acción b o la acción c", no brindándosele la posibilidad al encuestado de opinar que no existe nada "mejor" o bueno que haya hecho el gobernante en cuestión. Este tipo de preguntas es frecuente en las encuesta políticas malas.
4) La encuesta es telefónica y al azar. Estas encuestas no son representativas y rara vez son generalizables los resultados de la encuesta a la población. Solo son un indicador, como algunas encuestas periodísticas (algunas pocas).
5) Se presentan resultados sin especificar la pregunta o las preguntas del cuestionario atinentes al tema. Se omiten opiniones significativas divergentes.
6) Los datos presentados con decimales revelan la inexperiencia de quien realiza la encuesta de opinión. Más adelante desarrollaremos este tema.
7) No se entiende, la falta de claridad expresa falta de intelección del proceso de investigación de las opiniones involucrado; no se sabe bien qué es lo que se ha hecho y qué es lo más relevante.
8) Es una mera descripción, trivial o casi trivial. En este caso, no se han empleado las herramientas metodológicas para explicar. La encuesta resulta inútil para explicar lo que no se observa, para brindar explicaciones profundas.
9) La encuesta la realiza una parte interesada. Por ejemplo, una encuesta política, electoral o de evaluación de gestión, etc., realizada por un partido político. Esto es muy sospechoso, los partidos políticos no son institutos de investigación, ademas revela improvisación y falta de profesionalidad, cuando no manipulación abierta.

Características de los sondeos personales de opinión

Los sondeos personales de opinión: características principales

Al ser un tipo de encuesta cara a cara, con el sondeo personal individual siempre se puede obtener información adicional relevante para el estudio de que se trate, por ejemplo sobre el grado de colaboración del encuestado –correlacionado con la veracidad de sus respuestas- y además se puede aclarar cualquier duda que no influya en las respuestas.


En los sondeos de investigación de mercado, siempre se puede mostrar un producto para evaluar su recordación, para que sea evaluado, etc.

Las encuestas personales son las que permiten el uso de cuestionarios más largos, pues siempre que se cuente con un encuestador profesional se podrá ganar la cooperación por más tiempo que por teléfono.

La encuesta personal o cara a cara es probablemente la mejor encuesta de opinión, pues es la que mejor permite respetar la aleatoriedad de la muestra que se selecciona.

En este tipo de sondeo se le pide al encuestador que introduzca elementos de azar en la selección, por ejemplo realizando un sorteo entre los componentes de un hogar para elegir el respondente, etc. También cuando se emplea alguna cuota (tantos varones, tantas mujeres, tantos jóvenes, tantos adultos, etc.), garantizando de este modo la mayor aleatoriedad posible.

La principal desventaja de estos sondeos de opinión pública cara a cara es su alto costo. En el caso de encuestas preelectorales y encuestas relacionadas con campañas políticas, es conveniente hacer el esfuerzo económico para ganar confiabilidad en los resultados.

Los sondeos personales que no son probabilísticas pueden realizarse tomando los recaudos ya señalados. El muestreo coincidental (en la calle, tomando a los que se van presentando casualmente allí) sólo resulta útil en casos exepcionales, por ejemplo para indagar la opinión de sectores que no tienen teléfono o de difícil acceso, como ciertos jóvenes, etc.

Estas formas de sondeo tienen una alta tasa de respuesta y su empleo está científicamente poco fundad, a pesar de que se emplea con relativa frecuencia.

Los sesgos son más que evidente, pues la muestra se conforma con quienes aciertan a pasar por allí, y a responder.

Por otra parte, hay que saber que dónde se realice el sondeo influye sobre la cantidad y calidad de las respuestas.

Sondeos y predicción

¿Pueden los sondeos de opinión predecir un resultado electoral?

Los sondeos de opinión son un análogo en las ciencias sociales de un registro o una observación sobre el mundo natural.

Un sondeo es la medición de, por ejemplo, las opiniones de los ciudadanos o de su intención de votar a un determinado candidato en un cierto momento. La diferencia con un dato del mundo natural es que, como la descripción que se busca dar se refiere a un conjunto disperso geográficamente, suele llevar más tiempo que realizar un experimento o sacar una fotografía.

Un sondeo de opinión no puede jamás decir lo que ocurrirá, pues la ciencia no lo puede hacer.

La predicción científica se basa en la presencia de leyes universales y asume regularidades en el mundo para afirmar algo -la predicción científica definida, como la de un eclipse o que el agua hervirá en unos segundos- como una hipótesis o conjetura.


Esta situación es caracterísitca de, por ejemplo, la meteorología y la sociedad.
Quienes vivimos en Argentina sabemos que un cambio económico o político puede afectar profundamente la opiniòn del electorado, y mucho más.

Los tipos de encuestas políticas

Cuando las encuestas de opinión son estrictamente de opinión pública, o cuando investigan acerca de cuestiones electorales y de gobierno, reciben por lo general el nombre de encuestas políticas.
A continuación presentaremos las principales especies de encuestas de carácter político y más adelante analizaremos cada una en particular.

  • Encuestas de evaluación o monitoreo de gestión. Estas encuestas, que por lo general son encargadas por las propias agencias de gobierno, son estudios recurrentes, repetidos periodicamente que se dirigen a obtener información objetiva sobre la percepción que la opinión pública tiene del gobierno, de ciertas acciones de gobierno, etc. Estos estudios se repiten, formulando las mismas preguntas en muchos casos para monitorear las variaciones en las opiniones.
  • Estudios de imagen de personalidades de gobierno. Relacionadas con las anteriores, estas encuestas políticas preguntan específicamente por funcionarios, dirigentes políticos y autoridades públicas. Evalúan si la percepción pública es positiva o negativa, cuales son las caracterísiticas que la gente atribuye a una cierta persona, si considera que es mejor que el gobernante anterior, etc.

Pero en etapas preelectorales, hay un grupo de estudios de las opiniones públicas que se conocen como las encuestas preelectorales. Las encuestas preelectorales pueden ser de imagen de candidados, de intención de voto y encuestas a boca de urna.

  • Imagen de candidatos. Se evalúa una lista de varios aspirantes a cargos públicos: si la gente los conoce o no, hasta dónde lo conocen, qué saben de él, cuales son las características que perciben en él (honestidad, firmeza, experiencia, formación, etc.). Además se puede pedir una calificación de las caracterísiticas para poder comparar posteriormente. En general se pueden resumir estas informaciones en términos de imagen u opinión positiva o negativa sobre alguien. Una manera de preguntar esto directamente es diciendo: "sobre el señor x ¿usted tiene una opinión positiva negativa o neutra?".
  • Intención de voto: son estudios rigurosos previos a las elecciones en los que se hace el mayor esfuerzo por obtener información objetiva sobre a quienes piensan votar las personas, si están convencidos o pueden cambiar de opinión, si están seguros de concurrir a votar. Estos estudios son muy complejos y se les puede preguntar a los indecisos cosas como que opinan de tales o cuales cuestiones sensibles (como posturas ideológicas), a quien votaron anteriormente, con fines de realizar proyecciones y pronosticar tendencias sobre este grupo. Suelen ser costosas económicamente, pero bien realizadas son una herramienta fundamental y privilegiada para cualquier candidado.
  • Encuestas a boca de urna: son aquellas que se realizan el mismo día de las votaciones en las afueras de los lugares de sufragio. Un encuestador le pregunta a la persona por quién votó y lo registra en una computadora conectada a una central. En algunos lugares están prohibidas las encuestas a boca de urna, en otros está prohibida su difusión antes del fin del recuento de los votos, pero está claro que su difusión (con datos reales o no) antes del fin de la votación puede influir en el resultado.

IMPORTANTE: el resultado de una encuesta preelectoral no es una predicción ni un pronóstico, es una descripción acerca del presente, de cómo votaría la gente si las elecciones fuesen hoy, basada en los dichos de la propia gente. Sólo si se supone que no habrá cambios importantes que influyan significativamente en los aspectos tomados en cuenta por los ciudadanos a la hora de votar se puede esperar que la encuesta coicida con el desempeño electoral futuro.