Mostrando entradas con la etiqueta Encuestadoras. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Encuestadoras. Mostrar todas las entradas

El cuestionario de la encuesta de opinion

Presentamos algunos comentarios y consejos sobre la elaboración de los cuestionarios en las encuestas de opinión pública.

1- Siempre que sea posible, suprimir el "no sabe, no contesta". Ello mejorará la calidad de la información.
2- Atención, a veces hay que separar bien "no sabe" de "no contesta", pues pueden revelar información significativa muy importante. No es lo mismo desconocer un tema, a una persona (por ejemplo un candidato político) que no tener una opinión formada sobre el tema.
3- En preguntas cerradas, donde se ofrecen alternativas de respuestas, las categorías deben ser mutuamente excluyentes y en la medida de lo posible agotar todas las posibilidades. Por ejemplo: "sin estudios" "hasta primario completo" "hasta secundario completo" "graduado universitario" "con algún estudio de posgrado".
4- Evitar categorías ambiguas, vagas o poco claras. Por ejemplo, un buen cuestionario no debe incluir categorías como "relativamente" "en cierta medida". Una posible excepción son el empleo de las escalas para la medición de actitudes, donde existen categorías sobre grado de acuerdo, por ejemplo "muy de acuerdo", "de acuerdo", etc. Siempre que la escala mida lo que pretende medir.
5- Los enunciados deben ser cortos y claros.
6- Ordenar grupos o bloques de preguntas por tema y relevancia. En ocasiones es conveniente utilizar preguntas embudo, que vayan introduciendo al respondente en tema, e ir avanzando hacia las preguntas más importantes o más específicas en cada tema.
7- Nunca hay que poner las preguntas comprometedoras o sensibles al principio del cuestionario, tanto por cuestiones psicológicas -confianza en responder del entrevistado- como por cuestiones conceptuales, pues muchas veces la anterior reflexión sobre temas similares llevará a respuestas mejores, más elaboradas y profundas sobre temas difíciles.
Tampoco se puede preguntar sobre temas de ingresos, bienes de los encuestados o calidad de vida, por las mismas razones.
En adelante continuaremos con estos consejos sobre como elaborar el cuestionario en las encuestas de opinión.

Los costos de una encuesta

  • Muchas veces nos consultan, clientes o estudiantes, acerca de los costos de una encuesta.
  • La respuesta responsable -intelectualmente honesta- a esa pregunta debe comenzar señalando que nunca hay que olvidar que una encuesta de opinión es parte de un proyecto, o de una serie de operaciones y prácticas, de investigación social.
  • Esto significa que es importante mantener tanto como sea posible el rigor científico y metodológico en la obtención de los datos.
  • Es síntoma de deshonestidad intelectual ofrecer encuestas adecuadas para cualquier presupuesto y cualquier necesidad.
  • La verdad es que hay incluso quienes quieren tener los resultados de la encuesta para que se publique con la firma del centro tal o del estudio cual con fines de propaganda.
  • Quienes estudiamos para hacer investigación social no aceptamos tales clientes. Pero hay quien sí, de manera que siempre será de utilidad ver quien es quien a la hora de contratar una encuesta.

El objetivo

  • Si la encuesta es una encuesta electoral o de intención de voto, entonces hay que descartar las metodologías de muestreo incidental (callejero, al primero que pase) o aquellas que prometen ser realizadas en tiempo record (ciertas encuestas telefónicas, por ejemplo).
  • Pero si, digamos, la iglesia tal desea saber cual es la percepción que la Opinión Pública tiene de ella, no es necesario que la encuesta sea muy rigurosa en el diseño muestral, aunque sí naturalmente en su realización por parte del equipo de campo y los encuestadores.
  • El lego, quien no tiene conocimientos sobre el tema, tiende a pensar que cuanto más casos mejor la encuesta.
  • Esto, así afirmado, es falso.
  • Se cumple bajo ciertas circunstancias, y en otras es irrelevante.
  • En un muestreo probabilístico, se llega a un cierto número de casos que es suficiente, pues un agregado de muchos casos a partir de allí NO REDUCE EL ERROR SIGNIFICATIVAMENTE.
  • A veces es dificil explicar esto a un cliente, pero es la verdad.
  • Hay que desconfiar de quien ofrece realizar miles de casos pero no está clara su metodología, o peor, realiza las encuestas en la estación de trenes.
  • Una encuesta de 1000 casos realizada en domicilio con un muestreo probabilísitico es mucho mejor que una de 30000 hecha en la estación de trenes.
  • Una vez establecido esto veamos qué se paga.
  • Dependiendo del tipo de encuesta, lo más importante es que el realizador proporcione un precio por encuesta.
  • El interesado podrá entonces comparar con otros proveedores del servicio.
  • En el presupuesto constará el diseño, la metodologia propuesta, lo que es DETERMINANTE para el resultado que se obtenga.
  • Si el muestreo no es probabilístico o es probabilístico ajustado por cuotas, no es conveniente reducir el número de casos para achicar el presupuesto.
  • En esos casos, lo que se aconseja es, o bien reducir la cantidad de preguntas, reduciendo el tiempo de realización efectiva de la encuesta, el pago a los encuestadores por encuesta, y así todo el proyecto.
  • La otra alternativa es pasar a un diseño probabilístico, pagando más por el diseño muestral pero reduciendo la cantidad de encuestas, pero reduciendo el costo total.
  • De este modo, siempre se le deberá decir al cliente COMO VA AUMENTANDO EL ERROR MUESTRAL de acuerdo con cada, digamos 500 casos menos.
  • El diseño probabilístico entonces, admite la reducción de casos, siempre y cuando el cliente sepa bien cual es el error de estimación, o sea el error que resulta de generalizar los datos de la muestra a la población.
  • Un buen indicador de lo que se debe pagar lo da el mero hecho de cotejar con varias empresas de realización de encuestas, de un nivel de prestigio más o menos destacado.
  • Otro buen indicador es el tiempo de realización, de cada encuesta y de todo el proyecto.
  • O sea, si la empresa A pide 100 y la B 150, pero en vez de tardar un mes en entregar los resultados lo hará en 20 días, es quien solicita la encuesta el que debe tomar la decisión de acuerdo a sus necesidades.
  • También podrá pedir mayor prontitud en la entrega de los resultados, por lo que deberá pagar más.
  • Es siempre preferible esperar un poco a reducir la calidad del diseño muestral, o sea, nunca el apuro nos debe inclinar a reemplazar la encuesta al azar o probabilística domiciliaria por la encuesta en la estación de trenes.
  • Lo barato, frecuentemente, termina saliendo caro :)