El encuestado ante las preguntas de un sondeo de opinión

Al realizar un sondeo social de opinión es importante saber cómo y qué preguntar no sólo con fines de investigación sino también para maximizar la capacidad de respuesta de los individuos sondeados.

En este sentido, saber cómo formular las preguntas del sondeo pensando en el encuestado puede ser crucial para el éxito de la investigación emprendida.

Es importante provocar la motivación la persona entrevistada en el sondeo para garantizar su honestidad al responder y su colaboración.

Para ello la buena presentación del encuestado es fundamental: llevar la correspondiente credencial o certificación, buena presencia, experiencia en el manejo de la situación, que el entrevistador sepa qué está haciendo a fin de poder evacuar las eventuales dudas de los encuestados.

Es importante que haya una introducción adecuada al sondeo en particular y transmitir al encuestado la idea de que responder le aportará algo, de que la encuesta es importante para él o para la sociedad y de que su opinión es valiosa y será tenida en cuenta.

Un principio mencionado habitualmente en la bibliografía sobre sondeos de opinión es que el encuestado siempre debe quedar satisfecho, pues así responderá con más interés el siguiente sondeo.

Es importante que las preguntas de investigación aludan a las experiencias del sujeto, a sus deseos y que permitan canalizar pensamientos profundos: la peor respuesta es la del encuestado que se coloca en lugar de otra persona.

Las preguntas del sondeo deben fomentar el protagonismo del entrevistado, pues de ese modo responderá mejor, sacará sus opiniones más auténticas y se sentirá satisfecho al responder nuestro sondeo.

Se dice que un respondedor bueno es aquel que siente que al participar de un sondeo de opinión es protagonista, y se siente reconfortado porque sus opiniones públicas han sido tenidas en cuenta.